Por las arterias de mi ciudad o La Ciudad de los Puentes
En los últimos años, Mexicali se encuentra en un proceso de “urbanización” vertiginosamente cosmopolita. Por mucho, el Mexicali que vemos hoy no es el mismo que nuestros padres vieron. Las enormes y rápidas obras que han construido los últimos 3 gobiernos panistas en conjunto con el ayuntamiento de Mexicali han marcado una pauta a la imagen de nuestra ciudad. Lógicamente el crecimiento demográfico que sufre esta ciudad fronteriza es lo que inherentemente conlleva el crecimiento urbano. A partir de aquí me surgen una serie de interesantes preguntas más allá de la idea de los últimos renglones ¿Qué simbolizan en realidad estas obras? ¿A quienes sirven estas obras?
Nuestros Bienes Simbólicos
Bien, mi asunto en cuestión son las arterias de nuestra ciudad. Han cambiado mucho. Quedaron atrás las glorietas, los enormes cruces con semáforo. La explosión demográfica (en gran parte detonada por los movimientos migratorios del sur y centro del país) ha demandado la creación de estas nuevas formas de tránsito. Y al parecer todos estamos contentos con ellas. Ahora nuestra ciudad se ve mas modernizada, ya nos atrevemos a compararnos con ciudades como Guadalajara o Monterrey.
Mas allá de las ventajas o desventajas, beneficios o fallas que pudieran tener estos distribuidores viales (cabe aclarar que algunos de ellos tienen buena construcción, como el distribuidor vial Lázaro Cárdenas y López Mateos con su sistema de neopreno que lo protege contra sismos) ¿que es lo que esto viene a simbolizar en nuestra sociedad? Sin duda un estilo de vida cosmopolita, totalmente urbano, moderno. Todo un símbolo que representa a nuestra ciudad, haciéndonos olvidar aún más los verdaderos conflictos y problemáticas de nuestra ciudad.
¿Para quién?
Algunos mencionan que Mexicali se ve ya como toda una metrópoli. Algunos otros mencionan que no les sirven a ellos porque no tienen un vehículo el cual pasear por ahí (Curiosa la relación de clases). Otros mencionan que ya pueden llegar rápidamente a sus destinos. ¿Acaso nadie ha notado que, aunque tengamos un puente o distribuidor vial para cada intersección de bulevares, existe uno de los mas altos grados de marginación, desigualdad y delincuencia en este estado? ¿Acaso no influyen estas obras en los procesos electorales perpetuando a la forma actual de gobierno? ¿Acaso nos hemos vendido a la modernidad?
De aquí surge mi teoría que Mexicali se divide ahora en dos, en dos Mexicalis. Es imperante el crecimiento que se ha dado hacia el sur de la ciudad. Fraccionamientos de viviendas de interés social, proliferamiento de parques industriales, de escuelas técnicas, etc.; contrastan con el crecimiento surgido al oriente de Mexicali: grandes fraccionamientos privados, excelsos centros comerciales además de las grandes obras viales que el gobierno panista en colaboración con el ayuntamiento ha venido promoviendo. (Dicho sea de paso, hay tres obras mas para puentes en proceso de licitación en Anáhuac y Rio Nuevo, Rio Nuevo y Sinaloa y carretera San Felipe y Bulevar Héctor Terán Terán)
Aclaro no tener nada en contra de estas obras, ya que han facilitado de manera importante el flujo de tráfico de vehículos en la ciudad. Aunque existen ciertas deficiencias y desaciertos en ciertas obras. Ejemplo tangible lo son el famoso Puente Pando de Lázaro Cárdenas y Periférico o las nuevas vueltas inglesas al oriente de la ciudad. Tal vez no fue tan buena idea la incursión de logísticas viales de ciudades del centro del país en ciudades como la nuestra con otra cultura vial. Mas sin embargo seria muy interesante y recomendable reflexionar sobre las acciones del gobierno actual y sus prioridades. Y si bien estamos conformes con sus obras y sus líneas de acción, adelante, seamos felices.
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