Viernes con sabor a toda la semana
Nunca me ha gustado sonar quejumbroso, pero hoy haré una excepción. Esta semana me ha tocado trabajar por 2, y estoy un poquito hasta la madre.
La verdad nunca me desquito con nadie, pero suelo tener muy poca paciencia con pequeñeces, los cigarros son siempre buenos catalizadores.
Para cerrar con broche de oro, el día que descanso lo invertiré en una cuestión laboral, sí, aunque sea más desgastante, son unos pesos más que me ayudarán con unas deudas.
Tengo el defecto que mi cara revela muchas cosas, más para quien me conoce. Y a veces piensas, bueno, si me conoce, porque no lo entiende. A veces pienso que lo normal, lo que esperan, es que uno grite, haga berrinche, aviente algo o golpee la mesa.
Viernes de ponerse a prueba. De una semana de jornadas de trabajo de casi 12 horas diarias. De tolerancia, de cansancio, de ojos hinchados, de cerrar ciclos y de acomodar pensamientos.
Semanas como ésta me hacen sorprenderme de mí mismo. Me cae. Y no por sacar la carga de trabajo, sino por la paciencia que a veces tanto creo que malgasto. Me siento bien madreado, así que por hoy duermo. Mañana, quién sabe.
Cambio y fuera.
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