Nueve / Año Dos

Hola Matías.

Ya sé que es un poco tarde. Incumplí con esa promesa que me hice a mí mismo de poder escribirles una carta, a tí o a tu hermano, su día de cumpleaños. Es un poco bochornoso que haya pasado más de un mes de tu cumpleaños, pero han sido unos días de locos que no me he dado el tiempo.

Pero bueno, comienzo. He decidido, a partir de esta publicación, que las acompañaré con imágenes, fotos tuyas que probablemente te ayuden a entender un poco cómo fue tu segundo año a nuestro lado.

Aquí una imagen de tu fiesta de cumpleaños, 13 de septiembre de 2015.


Estás en una edad muy difícil, bueno, es un eufemismo para decir que eres muy berrinchudo. Francamente no ha sido fácil tratar de ser el padre que quiero ser para ti y para tu hermano. El trabajo me quita mucho tiempo al lado de ustedes.

Este año fuimos a la playa, de hecho es la primera vez que tu la conoces. Fuimos a Rosarito. Al principio te dio miedo el mar, pero luego se te quitó y no querías salir de la alberca o de la playa. Desde entonces me has repetido que quieres ir a la playa.

Ya casi hablas bien, aún te resistes a ir al baño y dejar en pañal. Tu manera de comer es muy peculiar, porque regularmente la comida termina en tu cabello y en tu camiseta. Algunas veces en el suelo, pero luego la juntas y te la comes.

Quisiera tener más energías y poder volver del trabajo y pasar más tiempo con ustedes. Espero que sea solo algo pasajero.

Y bueno, este año terminaste en el hospital porque, corriendo, te caíste y te golpeaste la cabeza, nada grave, solo interrumpimos una cena de 14 de febrero. Encontraste un gusto por los dinosaurios, por Hulk y por el pan. Mucho pan.

¿Sabes? Este año no ha sido muy bueno para el mundo. Crisis económica, falacias políticas, robos millonarios de políticos sin escrúpulos ocurren ante nuestros ojos y no pasa nada. He tratado de poner de mi parte para hacer un cambio, pero me faltan horas en el día o me faltan ánimos en otras ocasiones.

Apenas el año pasado, miles de niños cruzaron nuestro país esperando ser recibidos en Estados Unidos, algunos con más suerte que otros. Quienes llegaban eran detenidos. Este año, poco antes de tu cumpleaños, Aylan, un niño sirio, murió ahogado en el Mediterráneo.

Su imagen me ha mantenido perturbado desde entonces. Un niño como tú, recostado boca abajo, en la playa. Sin vida. Se ahogó junto con su hermano, un niño un poco más grande que Camilo en ese entonces. Buscaban un lugar donde vivir mejor.



No hay un día que no agradezca y aprecie las oportunidades que hemos tenido y que puedan estar a mi lado y el de tu mamá. Puedes contar que, mientras tenga vida y energía, siempre buscaré lo mejor para ti, para tu hermano y para tu mamá.

Apenas hace unos minutos te despediste de mí. Me diste un beso y un abrazo de buenas noches, esos sinceros que sueles dar cuando estás de buenas. Te quiero mucho hijo.




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