Hijos.
De repente los días se ponen tan apretados que apenas dan oportunidad de pensar ante la maquinada rutina que a muchos nos persigue.
Un pensamiento ha rondado por mi cabeza, y cada vez que lo recuerdo, recobra más sentido y fortaleza. (verso).
Me he encontrado con consejos de propios y extraños sobre el cómo críar a un hijo. Unos buenos, otros prejuiciosos, otros sobreprotectores. Pero hay algo que de manera estoica no se aparta de mi mente.
No quiero que mi hijo sea como yo, ni lo que yo quiero que sea, solo quiero darle lo necesario para que él pueda ser quien decida ser.
Ni más, ni menos. Me retiro a otra jornada intensa de trabajo. Cambio y fuera.
Un pensamiento ha rondado por mi cabeza, y cada vez que lo recuerdo, recobra más sentido y fortaleza. (verso).
Me he encontrado con consejos de propios y extraños sobre el cómo críar a un hijo. Unos buenos, otros prejuiciosos, otros sobreprotectores. Pero hay algo que de manera estoica no se aparta de mi mente.
No quiero que mi hijo sea como yo, ni lo que yo quiero que sea, solo quiero darle lo necesario para que él pueda ser quien decida ser.
Ni más, ni menos. Me retiro a otra jornada intensa de trabajo. Cambio y fuera.
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