Aún nos quedan cosas por hacer...

A veces, mientras trabajo o mientras hago lo rutinario, el recordar los planes a mediano plazo me motivan a sobrellevar el día. La ventaja de ejercer el periodismo es que ningún día es parecido al anterior, solo que hay días más cansados que otros.

Los viajes y experiencias planeadas son parte de la vitamina que me motiva a levantarme todos los días. También mi hijo, cada vez que me sonríe y me mira fijamente.

Orgullosamente puedo decir que todo (o gran parte) de lo que está a mi alcance ha sido producto de mi trabajo. Nunca fue lo mío pedir y recibir, o que papá o mamá cubrieran esas necesidades lúdicas que en la mayoría de los casos son incosteables para muchos padres.

La pregunta es, ¿Cuba, Europa o Sudamérica?

Por cierto, Camilo comienza a malacostumbrarse a los brazos de mamá y de papá.

Vale la pena soportar los pequeños problemas de todos los días siempre que se tiene la motivación adecuada.



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