Cosas que pasan en el banco...
Ante un calor que, a pesar de ser las 10 de la mañana, me hacía pisar el acelerador un poco mas de lo usual y hacer rendir los pasos, me dirigí a tramitar al banco lo que sería mi 4a. tarjeta de nómina a lo largo de mi vida, o la primera de mi empleo como "profesionista" o incluso la primera en ese banco. Todo es tan relativo.
Algunos se preguntarán que tiene de interesante acudir a un banco por la mañana a realizar un trámite de este tipo y me hará parecer que en realidad no tengo vida de humanoide normal y en realidad soy muy aburrido. Pués por ahí va la cosa.
En realidad ir al banco es igual de divertido que hacerle bastillas a los chones de la abuela. No ves la hora en que termine. En fin, el asunto es que me dirigí con una de esas atentas señoritas que acostumbran, si andan de buenas, sacarte de dudas. Me señaló una libreta en la que tenía que anotarme para ser atendido. Supusé que no tardaría mucho, solo 4 lugares antes que yo + dos ejecutivas atendiendo = mundo feliz.
A los muchos minutos me dí cuenta que mi ecuación era errónea, lo que me recordaba el porqué estudié una carrera en la que se usara en lo mínimo las matemáticas. Tuvé que esperar alrededor de dos horas y media para poder ser atendido. Poco a poco puse deshilar la situación, estableciendo las debilidades y fortalezas de las ejecutivas, que vagamente llenaban mi teoría de la tardanza. Una de ellas h a b l a b a m u y l e n t o m i e n t r a s a t e n d í a a u n c l i e n t e, al cuál parecía que le pagaban por cada pregunta sosa que le hacía a la ejecutiva. La otra, se levantaba de su escritorio en interválos de 2 o 3 minutos para recoger una hoja de la copiadora/impresora; siempre haciendo un claquido muy particular con sus tacones, que me recordaban a esas zapatillas de juguete rosadas y con piedras "preciosas" que les regalaban a las niñas que querían parecerse a mamá. Igual de odiosas.
Lo interesante aquí no es saber lo que tramitaban en la vida estas ejecutivas, sino la particular sala de espera, que ya acumulaba cerca de 12 personas y a la cuál observé por alrededor de dos horas.
De pronto entraba una señora, que ignorando la reglamentación bancaria de no lentes / no gorra / no celulares, se comunicaba por radio con su "hijita", a la que al parecer molestó haciendole una pregunta muy boba. " M'ija, que le ponemos a hacer a la muchacha, que haga las bastillas?" "Ay Mami, deja que acabe de limpiar y ya después que las haga" "Hay comida en el freezer, para que te hagas algo de comer" " Ay mami ya no tengo tiempo, tengo que llegar a una junta allá en el Cole".
Supongo que asuntos de este tipo deben ser muy necesarios de tratar como para ignorar el reglamento de seguridad. Capaz que esta chamaquita le da un bajón de presión y pa' que quieres. O capaz que la muchacha nada más limpia y nos deja las bastillas sin hacer.
A los minutos comienza esta singular mujer, una singular plática con una singular muchacha a su singular lado. Platica que no pienso detallar por su singularidad y que solo describiré como críticas y aspiraciones de clasemedieras pretendiéndole a la pequeñoburguesía y la socialité; en la cuál, de repente, mencionaba ese esbirro lingüistico de "algo bien".
De pronto se llenaba la pasarela. Un anciano hablando del clima, calor, humedad y esos topicos que algunos solemos tratar. Una muchacha a la que le timbraba el celular con un tema de Fobia, el cuál no callaba sino hasta que llegaba a la mitad de la canción. Un señor que llegaba a pedir un préstamo con su séquito de hijas, que se reían de todo lo que veían y hablaban. Cesaré en descripciones porque ya me dió sueño.
Cuándo llegué por fin con la ejecutiva esperaba que me dijera que el lapso para realizar el trámite ya habia pasado. Auguraba una reacción como en la película "Un día de furia". Por suerte me atendió y en 20 minutos ya había salido, con tarjeta nueva, con mucho calor y con mucha prisa.
Algunos se preguntarán que tiene de interesante acudir a un banco por la mañana a realizar un trámite de este tipo y me hará parecer que en realidad no tengo vida de humanoide normal y en realidad soy muy aburrido. Pués por ahí va la cosa.
En realidad ir al banco es igual de divertido que hacerle bastillas a los chones de la abuela. No ves la hora en que termine. En fin, el asunto es que me dirigí con una de esas atentas señoritas que acostumbran, si andan de buenas, sacarte de dudas. Me señaló una libreta en la que tenía que anotarme para ser atendido. Supusé que no tardaría mucho, solo 4 lugares antes que yo + dos ejecutivas atendiendo = mundo feliz.
A los muchos minutos me dí cuenta que mi ecuación era errónea, lo que me recordaba el porqué estudié una carrera en la que se usara en lo mínimo las matemáticas. Tuvé que esperar alrededor de dos horas y media para poder ser atendido. Poco a poco puse deshilar la situación, estableciendo las debilidades y fortalezas de las ejecutivas, que vagamente llenaban mi teoría de la tardanza. Una de ellas h a b l a b a m u y l e n t o m i e n t r a s a t e n d í a a u n c l i e n t e, al cuál parecía que le pagaban por cada pregunta sosa que le hacía a la ejecutiva. La otra, se levantaba de su escritorio en interválos de 2 o 3 minutos para recoger una hoja de la copiadora/impresora; siempre haciendo un claquido muy particular con sus tacones, que me recordaban a esas zapatillas de juguete rosadas y con piedras "preciosas" que les regalaban a las niñas que querían parecerse a mamá. Igual de odiosas.
Lo interesante aquí no es saber lo que tramitaban en la vida estas ejecutivas, sino la particular sala de espera, que ya acumulaba cerca de 12 personas y a la cuál observé por alrededor de dos horas.
De pronto entraba una señora, que ignorando la reglamentación bancaria de no lentes / no gorra / no celulares, se comunicaba por radio con su "hijita", a la que al parecer molestó haciendole una pregunta muy boba. " M'ija, que le ponemos a hacer a la muchacha, que haga las bastillas?" "Ay Mami, deja que acabe de limpiar y ya después que las haga" "Hay comida en el freezer, para que te hagas algo de comer" " Ay mami ya no tengo tiempo, tengo que llegar a una junta allá en el Cole".
Supongo que asuntos de este tipo deben ser muy necesarios de tratar como para ignorar el reglamento de seguridad. Capaz que esta chamaquita le da un bajón de presión y pa' que quieres. O capaz que la muchacha nada más limpia y nos deja las bastillas sin hacer.
A los minutos comienza esta singular mujer, una singular plática con una singular muchacha a su singular lado. Platica que no pienso detallar por su singularidad y que solo describiré como críticas y aspiraciones de clasemedieras pretendiéndole a la pequeñoburguesía y la socialité; en la cuál, de repente, mencionaba ese esbirro lingüistico de "algo bien".
De pronto se llenaba la pasarela. Un anciano hablando del clima, calor, humedad y esos topicos que algunos solemos tratar. Una muchacha a la que le timbraba el celular con un tema de Fobia, el cuál no callaba sino hasta que llegaba a la mitad de la canción. Un señor que llegaba a pedir un préstamo con su séquito de hijas, que se reían de todo lo que veían y hablaban. Cesaré en descripciones porque ya me dió sueño.
Cuándo llegué por fin con la ejecutiva esperaba que me dijera que el lapso para realizar el trámite ya habia pasado. Auguraba una reacción como en la película "Un día de furia". Por suerte me atendió y en 20 minutos ya había salido, con tarjeta nueva, con mucho calor y con mucha prisa.
Comentarios
Estuvo Aquí...Wonderfull!!!!!!