Nueve / Año 9

 

Tarde de nuevo, pero seguro, como siempre. Bueno, Matías, ya cumpliste 9 años. Como suele ocurrir, entre las lluvias, cielos nublados y tempestades, lo que nos obligó a posponer tu festejo una semana. 

Antes de empezar esta carta en particular, quiero pedirte perdón. Podría enlistar una infinidad de cosas, pero ese no es el propósito de esta carta. No he sido yo últimamente, y me duele no estar el suficiente tiempo contigo como lo habíamos estado hace unos meses. Sé que tu corazón es enorme y que probablemente no hayas notado todo esto, pero cuando estés más grande habrá un recuerdo escondido, y cuando se te venga a la mente, quiero que te acuerdes de esta disculpa. 

Ahora, ¿Cómo empezar? 

Has crecido mucho, no solo físicamente, sino en tu espíritu. Ya te tocó un segundo cumpleaños en la casa nueva. Quisiera tener mucho más para festejar como te mereces, pero sé que eres feliz con los festejos que eliges y creeme que hago todo lo posible para que la pases bien. Mereces mucho más, de eso no tengas duda. 

Bien, ese último párrafo estuvo un poco confuso tal vez. Trataré de ordenas un poco todo lo que tengo para decirte en esta ocasión. 

Pienso en cómo crecerás, pero puedo visualizar un poco tu carácter: noble, juguetón, curioso, emprendedor. Tengo miedo de no saber cómo ser tu padre en los años que están por venir, que las circunstancias, tu carácter o mis problemas causen ruido entre nosotros, que choquemos y que no sepamos recomponer el camino. Deseo con toda mi alma que eso nunca pase. 

Eres muy inteligente, en áreas específicas. No pretendas compararte con tu hermano como yo tampoco lo he hecho hasta ahora. Inspírense el uno al otro, motívense, anímense entre ustedes cuando yo no esté. Se tienen el uno al otro para ayudarse, no para boicotearse ni atacarse. Sean el hermano que quisieran tener. 

Tal vez ya te lo he dicho hasta la saciedad, pero debes saber que por el tiempo que me tengas a tu lado, siempre contarás con mi apoyo, mi hombro si quieres llorar, mis manos si tienes que construir, mis oídos si necesitas hablar, mis brazos para rodearte cuando lo necesites lo que queda de mí si buscas un consejo. 

Te amo, hijo, por favor, nunca lo olvides. 

Quisiera escribir mucho más en esta ocasión, pero traté de ser corto en palabras esta vez, por si a estas alturas la lectura no ha sido lo tuyo. 

Con todo el amor del mundo, 

Tu papá. 

Pd. Te dejó la foto del festejo postergado. 

Pd. Amo tu sonrisa natural, cuando no te sabes retratado.