Veintiuno // Año Siete
Hoy que pasé por ti a la escuela, tal vez sin querer me mostraste una parte de tu verdadero carácter. Tu maestra te mandó un formato de permiso para ir a una función de cine IMAX y dijiste que no querías ir. Te pregunté la razón y me dijiste que estaba muy caro, cuando en realidad a mi no me lo pareció. Insistí, como padre alcahuetón, a que si querías ir, me dijeras y te daba el dinero para que fueras con tus compañeros del salón. Tu respuesta fue la misma: está muy caro. Mi último recurso fue ofrecértelo como parte de tu paquete de regalos de cumpleaños y fue cuando me dijiste: no gracias, con la tablet está bien. Fue imposible no sonreír al comprender tu humildad y que valoras cada cosa que puedo llevar a tus manos. Me abrazaste para evitar que te viera llorar. Luego te mostré unas fotos y los mensajes de la familia deseándote un feliz cumpleaños y sonreíste de nuevo.
Estos últimos siete años han sido un viaje tan emocionante como agotador. Nunca me voy a arrepentir de nada desde que supimos que venías en camino. Volvería a caminarlo todo, sin pensarlo.
Para este cumpleaños decidiste ir a cenar crepas. La nana nos acompañó, a pesar de que no se sentía bien. También fueron tus tíos y padrinos. Y cómo es costumbre, con algún clima inusual o peculiar, un día de viento con una noche fría. Pero bueno, la tradición es ley.
He decidido que dejaré de escribir estas memorias para ustedes cuando cumplan los trece años. No es que sea un número cabalístico, pero creo que a partir de esa edad tendrán la memoria suficiente para retener lo que yo les pueda expresar personalmente. Aunque ya lees bastante bien, ya varios libros en las últimas semanas, tu memoria podría jugarte una mala pasada y omitir detalles.
A estas alturas solo le pido a la vida que me dé el suficiente tiempo con ustedes y poderlos acompañar de la mano hasta que se conviertan en la diferencia que quieran ver en este mundo. Recuerda que la acción más mínima, mientras sea buena y noble, siempre mejorará tu entorno.
Te lo he escrito antes y lo seguiré escribiendo. Sonríe, sé feliz. Dibuja, emprende, crea. Existen ya demasiadas personas en este mundo empeñadas en criticar, atacar, menospreciar, odiar y destruir. Ama, abraza, besa. Nunca te dejes hacer menos por nadie, ayuda a quien puedas en cualquier momento. Cada que dudes, regresa aquí y vuelve a leer, vuelve a escucharme, en caso de que no pueda estar a tu lado.
Este año decidiste cambiar tu plan de ser policía a ser "chef panadero". La verdad es que no entiendo bien el concepto o la idea, pero sabes que siempre te apoyaré.
Estoy organizando todo para que, ahora sí y por fin, este año tengamos un lugar al que podamos llamar hogar. La raíz ya llegó a dónde tenía que llegar. Este año pasarán muchas cosas, para bien, ya lo verás.
Como suele ocurrir, termino esta carta cerca de la medianoche, cuando ya estás dormido en tu cuarto, luego de desearte buenas noches y decirte que te amo. Nunca olvides eso último. Tampoco olvides de cuidar de tu hermano, que el también te quiere mucho.
Con todo el amor de mi corazón, te quiere
Tú Papá
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